
¡Hola Mentee!
¿Cuál de estas dos partes del cuerpo te gustaría ser? …Apuesto a que elegiste el corazón. Pues, vamos a averiguar si has hecho los deberes para merecer ocupar el lugar de este órgano vital.
Su función y Utilidad.
No cabe duda de que el corazón aporta más a todo este sistema que se llama cuerpo y eso lo hace más valioso para la supervivencia de la persona.
El dedo meñique del pie tiene muy poca utilidad, de hecho, hay teorías que dicen que en la evolución de la raza humana este dedo va a desaparecer, aseguran que con cada generación se va haciendo aún más pequeño. Y es que, la función que le encuentran a este pequeño miembro es solamente el equilibrio, cuando nos ponemos de pie, cuando caminamos, al correr, y aun así, se cree que se puede tener equilibrio perfecto sin este dedo, por eso es que va a desaparecer.
El cuerpo y el universo siguen los mismos principios.
Seguramente has escuchado El Principio de Correspondencia, que es uno de los más conocidos de Las Siete Leyes Universales o también llamados Los Siete Principios Herméticos. Este principio dice: “Como es arriba es abajo, y como es abajo es arriba”. Esa es la frase fundamental con la que se le relaciona. El principio de correspondencia se refiere a que el macrocosmos está dentro del microcosmos y viceversa. Tiene otras acepciones, también se suele decir “cómo es afuera es adentro y como es adentro es afuera”.
Las enfermedades.
Ante una enfermedad el cuerpo preserva los órganos vitales. Y cuando decimos que una enfermedad es letal, es porque ataca precisamente a órganos vitales como: El cerebro, los pulmones, el hígado, los riñones, el estómago, el páncreas, los intestinos, y por supuesto, el corazón.
Posiblemente —y lamentablemente—, has tenido contacto o has sabido de gente que padece diabetes, una de las principales causas de muerte en nuestro país, y quizás, en el mundo. Por desgracia, la diabetes nos va a servir ahora para ejemplificar esto de que el cuerpo, ante una enfermedad, preserva los órganos vitales. Quizás, te has dado cuenta, has visto o has escuchado que cuando a una persona diabética se le complica su padecimiento, lo primero que empieza a perder son los dedos de los pies… y es que, sin dedos de los pies, la persona puede seguir viviendo. Después le cortan el pie… y así se van, desafortunadamente, hacia arriba, retirando partes del cuerpo. También se pierde la vista, porque sin el sentido de la vista la persona puede seguir viviendo. Pero ya cuando existe un daño hepático o renal, es muy probable que la persona pierda la vida.
Al universo le duele perder un elemento valioso.
Así como al cuerpo le duele perder un elemento valioso, al universo también, y tú eres una parte fundamental en todo este universo. Piensa en las razones que tiene el universo para protegerte, para cuidarte, para mantenerte en este plano físico. ¿Por qué el universo te querría ayudar? ¿Por qué estaría dispuesto a protegerte? ¿Qué tan útil eres a la vida? ¿Qué tanto aportas? O ¿Eres una persona que se ha pasado su existencia solamente recibiendo, sin contribuir absolutamente en nada a tu alrededor? ¿Cuál ha sido tu papel en el universo o cuál es tu papel en él actualmente?
Tus relaciones humanas tienen varios niveles, así como las ondas expansivas que se forman cuando lanzas una piedra al agua. Con ese efecto en mente, piensa en tu pareja y tu núcleo familiar primario —éste es tu primer círculo—, después extiéndete hacia todos tus demás familiares, a tus amigos, tu trabajo o empresa, la sociedad y, finalmente, a todo el mundo. ¿Cómo has colaborado en cada uno de esos niveles?
Entonces, aportar es la clave… léelo otra vez y repítelo mentalmente… aportar es la clave, servir es la clave. ¿Crees en esa frase que dice “la supervivencia del más fuerte o el más apto”? Hoy te propongo cambiar esa frase a: “LA SUPERVIVENCIA DEL MÁS ÚTIL”, sí, la supervivencia del más útil. Porque sólo siendo útil eres valioso en el universo.
Te invito a que empieces a aportar a partir de hoy. Vuélvete indispensable para el universo, ¡que le duela perderte! Si eres una persona que vive sólo recibiendo “para no perder” o “ahorrar”, cambia, comienza a dar, a ofrecer. Sé consciente de que apoyar a quien está a tu alrededor es la mejor forma en la que puedes recibir ayuda del universo, ayuda del Ser, ayuda de Dios.
Si eres una persona que ya coopera, ¡hazlo con más ganas! Cuando te sientas decepcionada porque no obtuviste la respuesta que esperabas de la persona a la que ofreciste amparo, no te preocupes, las personas no te van a ayudar, no esperes mucho de las personas, mejor pon tu esperanza en el infinito, los humanos jamás podrán dar lo que el universo te puede proporcionar. ¡Nunca te quedarás sin recompensa!
Volviendo a la pregunta inicial.
Después de haberte compartido esta reflexión… ¿Cómo te fue? ¿Has cumplido con lo necesario para ganarte el lugar del corazón, o te has quedado como el dedo pequeño del pie?
Si lo has logrado ¡Felicidades!, de lo contrario, ya sabes qué hacer para convertirte en un elemento valioso de la creación.