Saltar al contenido

Evita el Divorcio… ¡No Te Cases!

Gelise - Evita el Divorcio... ¡No te Cases!

¡Hola Mentee!

¿Por qué tu relación de pareja se descompone cuando te casas? Como si entraras a otra dimensión que lo cambia todo.

¡Aquí te revelo el secreto! Te voy a explicar Cinco Efectos Negativos del Matrimonio. Espero que los entiendas y te abran los ojos para que decidas ¡nunca casarte!

Todo es un estado mental.

En realidad, no es que entres a otra dimensión, todo es un estado mental. Antes estabas en un estado mental de novio donde toda era dulzura, todo era perfección, todo era bonito, y después cambias a un estado mental de casado, donde parece que todo se echó a perder.

El que cambias eres tú, entiende esto, el que cambias eres tú.

Estos CINCO EFECTOS NEGATIVOS DEL MATRIMONIO te van a ayudar a comprenderlo.

Primer Efecto Negativo: Crees que ya lo conseguiste.

Como ya lo conseguiste, piensas que ya no hay nada que hacer, ya lo tienes, ya es tuyo. Entras en un estado de pasividad.

Pues, déjame decirte que, desafortunadamente, todo lo que consigues en esta vida es temporal, no dura, no es permanente. ¡La vida misma es temporal!

Echa un vistazo a tu alrededor y verás que todo lo que tienes es transitorio, siempre está en riesgo de perderse. Las condiciones cambian, las situaciones cambian y si no lo cuidas lo pierdes.

Por ejemplo, piensa en tu trabajo, tienes un empleo ¿Que tienes que hacer para conservar tu empleo? Tienes que esforzarte, tienes que hacer las cosas bien, a gusto de quien te contrató. También te debes capacitar, seguir estudiando, para no quedarte atrás y poder seguir siendo competitivo. Entonces ya estás haciendo algo para conservar tu trabajo ¿verdad?

Incluso cuando consigues tener un automóvil o una casa, tienes que darles mantenimiento, estar al corriente en los pagos, en fin, tienes que hacer muchas cosas para conservarlos. No los consigues y te olvidas de todo.

Si no tienes una actitud pasiva en tu trabajo y cuando consigues cosas materiales, ¿Por qué te olvidas de todo cuando te casas? ¿Por qué?

Segundo Efecto Negativo: Piensas que ya no hay competencia.

Ya lo obtuviste, ¡eres un ganador! Ya no tienes con quién competir por esa chica o por ese chico, así que te relajas, te confías, bajas el ritmo y crees que nadie puede quitártelo.

Acuérdate lo que ha pasado en las competencias deportivas, tu equipo favorito va ganando y de repente baja el ritmo, se confía y… ¡Tómala! Algo animó al equipo contrario y empieza a anotar goles, supera a tu equipo favorito y aquellos terminan ganando el partido.

Algo similar le sucede al corredor que, ya casi llegando a la meta, dice: “ya lo tengo”, y de repente alguien aparece de la nada y gana la carrera. En todos los deportes pasa este efecto.

¿Por qué te atreves a creer que no va a pasar una cosa así en tu matrimonio?

Y, en serio, ¿Crees que no hay competencia?

Acuérdate que siempre hay gente atrevida que hace proposiciones a la pareja, incluso sabiendo que está comprometida o que está casada. ¿Eso no es competencia para ti?

¿No has escuchado que hay relaciones en el trabajo que pueden ir un poco más allá de ser compañeros, por tanto tiempo que conviven? A veces llegan a ser tan cercanos, que pasan a otro nivel. ¿No consideras esto como competencia?

Ten cuidado también cuando hay un reencuentro de ex novios o ex parejas. Puede ser que se vuelvan a encontrar atractivos y quieran revivir viejos tiempos.

Y luego está el instinto de explorar que tenemos los humanos. Todos somos exploradores, estamos en una búsqueda continua. A todos nos gusta que nos digan que somos guapos, que tenemos buen cuerpo, que somos agradables.

Esto es peligroso, puede pasar en muchos lugares: en los gimnasios, en las fiestas, en los bares, los antros y los centros comerciales. Incluso en las redes sociales, nos metemos a chatear y si alguien nos manda un mensaje diciendo que le gustamos, ¡cuidado! Algo nos mueve dentro y hacemos lo posible por conseguir el contacto físico con esa persona. A ver hasta dónde llega esa relación. ¿No es cierto?

¡Se da hasta en las escuelas de los hijos! Cuando vas por tu hijo(a) ¿No echas una miradita por ahí? Si eres hombre, a las mamás de los niños, si eres mujer, a los papás. Sinceramente, ¿los has hecho?

Después de todo lo que te he mencionado ¿Sigues pensando que no hay competencia?

Tercer Efecto Negativo: ¡Fuera máscaras!

¿Por qué fuera máscaras?

Muchas veces te pones una máscara para conquistar a la chica o chico, tu mejor máscara, la más agradable, la simpática, la que sabes que a ella o él le va a gustar.

Una vez te casaste, ya no hay necesidad de quedar bien. El que era bromista cuando novios, dejó de serlo, piensa que ya no hay por qué agradar a la pareja. La que era detallista, también dejó de serlo, ya consiguió lo que quería, ya no hace falta ser detallista.

De novios todo era positivo, se proponían ustedes algo y lo lograban, todo era posible, eran muy cooperadores uno con otra. Y después de casados ¿Cuál es la expresión? “¡Que flojera!

Y, de las cosas más graves, es que empiezan a dejar de mirarse con coquetería como lo hacían antes de casarse. Todo se ha convertido en rutina.

Ya no se hablan con cariño como solían hacerlo. Antes todo era: amor, preciosa, corazón, bombón, chiquita, y ahora, después de casados ¿cómo es? flaca, flaco, gordo, gorda, viejo, vieja.

También pierdes interés en los sentimientos de tu pareja. Ya no te preguntas: ¿Habré hecho algo mal? ¿Por qué se puso así? ¿Dije algo mal? O tal vez lo dije de una forma que no le gustó y no me di cuenta. No, ya no pasa eso. Ahora la expresión, después de casados es: ¡Está loco! o ¡Qué exagerada! ¡Ya se le pasará al rato!

En resumen, ya no te esfuerzas por agradar, no le pones empeño a la relación. ¿Para qué?

Cuarto Efecto Negativo: Disminuye la convivencia.

Como ya se tienen en casa y se ven todos los días, ya no se dan tiempo para detalles como: Ir a cenar, ir al teatro, a bailar, al antro, al restaurante, a pasar tiempo juntos. Te dices en tu mente “mañana lo haré” o “ya habrá tiempo”, y ese tiempo nunca llega.

Ahora, en lugar de pensar en convivir con tu pareja, quieres convivir con tus familiares, tus amigos o quieres pasártela viendo series de televisión o en las redes sociales. Te conectas más con el teléfono en lugar de tener tiempo para él o para ella.

Y ¡esto es realmente cruel! Ya no se tocan, ya no se acarician, ya no se miman, ya llegará el día para hacerlo, y, otra vez, ese día nunca llega. Y dormir en la misma cama no es convivir, esa es una necesidad que tienes.

¿Te acuerdas cuánto tiempo pasaban juntos cuando eran novios? ¿Recuerdas cómo era eso de querer tenerla o tenerlo el más tiempo posible? Aún más cuando hay problemas: Que la familia de la novia no quiere al novio, o la familia de él no acepta a la novia. ¿No hacía uno lo imposible por verse? Tenía uno sus mañas, sus trucos para estar juntos.

¿También te acuerdas cuánto tiempo pasaban al teléfono? Cuando se llamaban se les iba el tiempo rapidísimo y querían estar todavía más rato escuchando la voz del novio o la novia. Se acabó todo eso ¡qué triste!

Quinto Efecto Negativo: Se acaba la vanidad.

La esposa no se maquilla como cuando era novia, no se viste para que la vea guapa el marido. El esposo no se preocupa por bolearse los zapatos, por cómo está peinado, por perfumarse, por hacer todo aquello que hacía cuando estaba en labor de conquista.

Y te la pasas de pants (algunos le llaman: la pijama de la calle) todos los días libres, según tú para sentir comodidad.

Ya no más cuerpazo, ni cinturita, ni abdomen plano, ni músculos. Ni te preguntas si le sigues gustando a tu pareja.

Ahora cuando le dices que una ropa no le combina, no se lo dices para que se vea guapo o guapa, se lo dices para que no te haga quedar mal con tu familia o con tus amistades. ¡Confiésalo!

Mi recomendación: ¡No te cases!

En serio, no te cases. Pero no te cases ¡mentalmente! Tu sigue siendo el novio o la novia, mentalmente.

Sí, pon en orden tu estatus legal, cumple con la ceremonia que debes según tu religión, disfruta de tu fiesta de boda, diviértete, sé feliz, pero no te cases en tu mente por favor.

Sigue reservando tiempo a solas con tu pareja como cuando eran novios. Y si me dices que no lo haces porque tienes niños, no te lo creo. Seguramente cuando tienes que cumplir con cosas del trabajo o tienes que ir con alguna amistad o tienes algún otro compromiso, vas con la mamá, con la hermana, con la tía, con quien sea y le encargas a los hijos, así es que no pongas eso de pretexto.

Te invito a que aceptes este reto:

Te reto a que no te cases mentalmente, que el tiempo de novios nunca acabe, esfuérzate por mantenerlo vivo por favor. Que sea una etapa permanente en tu vida, te reto a que la conserves hasta el día de tu muerte.

Y si aceptas este reto déjame un comentario, escríbeme: ¡Jamás me voy a casar! o ¡Prometo no casarme!

¿Aceptas el reto?